Mi nombre es Melissa. Soy coach especializada en feminidad sagrada y guío a mujeres a avivar la llama de la pasión en sus vidas tejiendo claridad corporal, sexual y espiritual para vivir con propósito, poder y libertad a través de Godessia, una iniciación a la feminidad sagrada que te dará las herramientas para ver florecer tu vida.
¿De dónde viene mi pasión por el despertar de la Diosa Interior?
Siento que es supremamente importante cultivar este despertar y es mi llamado desde hace más de 5 años. Es el problema y la solución que yo veo con las gafas con las qué experimento mi realidad. Es mi verdad y ahora más que nunca siento el resurgir de la Diosa en el mundo con todo lo que esta pasando.
En la antigüedad se veneraba tanto al Dios como a la Diosa, cada energía teniendo su templo, su espacio y su lugar. En las escuelas místicas se entiende que la vida es una ilusión. Hoy podríamos llegar a una conclusión similar con la física cuántica. Es un concepto que encontramos en muchas culturas, en el hinduismo, por ejemplo, lo llaman maya.
Ante esta ilusión, la respuesta del misticismo enfocado en el Dios, en el divino masculino, es no entretenerse con la ilusión y centrarse en el espíritu para trascender y llegar a la unión divina. Estas tradiciones se enfocan pues en cultivar las practicas que activan los chakras superiores: meditación tipo Vipassana, contemplación, rezo, etc. Se enfocan en lo sutil. Es el camino ascético o ascendiente a la iluminación.
Por otra parte, la respuesta ante la ilusión de las escuelas místicas enfocadas en la Diosa, en la feminidad sagrada, es usar esa ilusión como vehículo para llegar a la iluminación. Se centran en la materia como forma de trascender. Las prácticas sobretodo activan los chakras inferiores y se centran en los misterios de la manifestación física, en los misterios del cuerpo, de la carne: la sexualidad, sanar con plantas, corporalidad, etc. Es el camino tántrico, descendiente, a la iluminación.
Ambas son dos caras de la misma moneda que llevan a la totalidad. Si lo piensan, la vida se crea de la unión del amor entre el femenino y el masculino. Todos nacemos de un papa y de una mamá y todo en la realidad física es producto de una polaridad positiva y negativa desde el átomo del que todo se compone. Esto es el divino masculino y la divinidad femenina. Y su equilibrio dentro de cada persona es la base de una sociedad empoderada, natural y próspera.
Lo que no mucha gente sabe es porque actualmente hay tantos templos para el Dios y casi ninguno para la Diosa. Hace 2000 años mataron la cultura de la Diosa a punta de sangre y espada. Mataron y exiliaron a las sacerdotisas sagradas del amor de los templos y prohibieron su sabiduría. Ésta apenas sobrevivió en focos marginados y escondidos, fuera del ojo opresor de la mayoría. Y esa represión despiadada ha continuado durante siglos. Lo vimos en la India con el destierro de las bailadoras sagradas de los templos, o en europa con la quema de las brujas. La represión continúa. Todavía hoy, la OMS estima que entre 100 y 140 millones de niñas y mujeres han sufrido mutilación genital.
El destierro de la Diosa de su trono ha hecho mucho daño y ha causado mucho desequilibrio. La Diosa y el Dios no son solo energías espirituales o metafísicas, sino también la energía femenina y masculina que fluye dentro de cada persona independientemente de su genero biológico. Y ese desequilibrio que vive dentro de muchas personas es lo que se manifiesta fuera con la destrucción de la naturaleza, con una sociedad fundada en el miedo que no se Ama y por tanto se destruye.
Y ahora siento que la situación global nos ha llevado a un punto de no retorno donde el viejo paradigma esta muriendo para un nuevo renacer. Hacia un nuevo paradigma como humanidad en equilibrio con nuestra esencia natural. En este nuevo paradigma ya está resurgiendo la Diosa; las personas se están concienciando de la importancia de crear con los patrones de la naturaleza envés de en contra. Y muchas personas han empezado a equilibrar sus energías a través del desarrollo personal.
Cual Kali, esta crisis nos da la oportunidad de volver a un equilibrio entre la energía femenina y masculina. La restauración de la Diosa en cada persona es importante para la sanación individual y es clave para la sanación colectiva. Cuando una persona cambia, el mundo a su alrededor también cambia, una persona a la vez. No controlamos lo que pasa fuera, pero sí lo que pasa dentro. Y cada persona es soberana de su reino. Cada quien tienea elección de lo que decide crear en su realidad.
Este puede ser el mundo que queramos que sea, si nos atrevemos a soñar y actuar. Y por supuesto, todo esto es lo que yo veo desde mis gafas, que no tiene porque ser lo que ves tú desde las tuyas. He allí la belleza de la diversidad. No pretendo que nadie tome esto como una verdad absoluta o se sienta ofendido en su creencias. Esta es mi verdad que quería ser expresada, con la intención de animarte! Si ves algo que le falta al mundo y te apasiona, quizás esa sea tu invitación para materializar esa solución que solo tu ves. Nadie lo ve como tú y nadie lo podrá crear como tu. Lo que queremos también nos quiere.
Te invito a que lo sientas como un llamado de la vida a tu expresión y creatividad. Nuestra alma trae algo que se muere por expresar. La vida es nuestro patio de recreo para cumplir nuestros sueños. Mi alma quiere restaurar a la Diosa y crear mi paraíso en la tierra.
¿Qué quiere la tuya?