La Ruptura

Hace mes y medio que se termino la relación con mi novio. Curiosamente, el último tema sobre el que escribí ha terminado siendo uno de los motivos decisivos para esta ruptura. Centrarme en la persona objeto de mi amor y olvidarme de mis proyectos y de mi misma es un patrón que he repetido en mis relaciones ya las suficientes veces. Siento que es la primera vez que lo veo con tanta claridad como para tocarlo, y Dios quiera, no repetirlo.

Romántica empedernida, he descubierto que estoy enamorada del amor. Las sensaciones que éste despierta en mí son tan fuertes e intensas que logran nublar todo lo demás. En esta ocasión fueron especialmente intensas, dada una química hormonal que no había experimentado con anterioridad. Así pues, a pesar de ser consciente de que debía volver a crear espacios para mí, decidí dar rienda suelta a la pasión y me deje absorber completamente, a sabiendas de que poco a poco dejaba de ser la persona que era cuando entre en la relación; la persona de la que mi pareja se enamoró en primer lugar.

Termine, en parte, olvidando quien era, dada la inminente desconexión en mi propio ser. Esta ruptura ha sido la más curiosa que he tenido, precisamente por ser la más consciente que he experimentado. Pude ver claramente los motivos por los que se termino la relación, mis errores y los suyos. Pude obtener las preciosas lecciones que la vida me daba con esta experiencia.

Brevemente, la primera lección es la de únicamente abrirme a una persona que sea esencialmente compatible conmigo. No dejarme cegar por el resplandor de un primer momento, ya que el amor no es suficiente para que una relación funcione. La segunda, cultivar las semillas de mi esencia bien profundas y fuertes en mi ser, para no olvidar regarlas la próxima vez que me enamore.

Desde el momento cero de la ruptura, la mirada cambio radicalmente de estar enfocada en la otra persona, a mí otra vez. Me estoy re-descubriendo en todos los sentidos. El primer paso fue limpiar mi cuerpo, mente y alma con la intención de abrir el espacio para que la claridad entrase nuevamente en mi ser, y así fue. Me maravilla el poder que tiene el crear espacios para que el objeto de nuestra intención los llene. Volví a nutrirme de los conocimientos que me hacen vibrar. Volví a mis rituales y meditaciones. Volví a soñar con proyectos que había dejado apalancados y plantar semillas para que se manifiesten. También me matricule en un taller con personas que hablan mi idioma, y en otra formación en la que llevaba años pensando. Hasta empece una rutina de ejercicio estable!

En definitiva, explotaron nuevamente las ganas por crear y crear-me.

Así pues, a pesar de que la tristeza hecho raíces en mi corazón y todo el primer mes tuve un nudo energético en la garganta que no cedía y hasta me dio tos, me supe centrar en aquello que si quiero en mi vida y poco a poco la tristeza esta haciendo pupa y el nudo ha ido cediendo. Ya no me da ese vuelco en el corazón cuando pienso en mi ex pareja. Por el contrario, le estoy agradecida por el espejo que ha sido para mí y las enseñanzas a las que me ha permitido acceder.

Así, termina otro ciclo y empieza otro muy prometedor!