Como Trascender tu Sensación de Inseguridad y Estrés Poniendo el Foco en tu Autoestima
Hola Bella
¿Te has sentido insegura o estresada últimamente?
Hablemos de cómo puedes superar estas sensaciones para volver a despertar a la magia de la vida.
Hablo de esa magia en la que la vida de pronto parece brillante, en la que ves los colores más fuertes, en la que los olores y las sensaciones se sienten más vivos.
Hablo de ese estado en el que de repente sientes profundamente
que todo está bien;
que estás donde tienes que estar;
que no hay nada que tengas que conseguir;
que no hay nada que tengas que hacer;
que eres perfecta tal y como eres;
y no hay nada que cambiar.
Hablo de la simple aceptación del momento presente tal y como es, que paradójicamente, por su simplicidad, suele ser lo más complicado para nosotras.
En esta aceptación del momento presente, estás en harmony. y por un momento no tienes esa culpa por “no estar haciendo lo que deberías estar haciendo”; no sientes esa inseguridad que te llena de preocupaciones; no escuchas los reproches, esa voz que te repite una y otra vez: “lo que debería haber sido y no fue”.
Por un momento, esa sensación de “no ser lo suficientemente…” se transforma en un pacífico entusiasmo por la vida.
La palabra entusiasmo deriva de “éndon” (dentro) y de “Teós” (Dios). Una persona entusiasta es aquella que tiene a Dios dentro…
¿Qué me dirías si te digo que cada segundo que pasa es una oportunidad para cambiar el rumbo?
En la sociedad actual, la inseguridad y el estrés son una epidemia que afecta a mujeres de todas partes. Como mujer eres resiliente y a veces esa resiliencia juega en tu contra cuando sigues adelante ignorando las señales de alerta y permitiendo que ese estrés se apodere de ti.
¿Eres consciente cuando el estrés te empieza a invadir?
¿O solo te das cuenta cuando ya es demasiado tarde, cuando ya estás completamente sobrecargada y estallas con quien menos lo merece, con esa persona que más te quiere y apoya, quizás?
Si estas situaciones son más frecuentes de lo que te gustaría, hoy vengo para ofrecerte una elección diferente;
una elección hacia esa armonía de la que hablaba al principio; un camino hacia ese llenarte de entusiasmo por la vida.
La cuestión es que siempre tienes el poder de elegir: Puedes elegir no hacer nada y seguir estando a la merced de las olas de la vida, reaccionando una y otra vez a lo que estas traen en tu camino…
o
puedes elegir conscientemente aquí y ahora tomar las riendas, aprendiendo a surfear esas olas con más y más armonía. Puedes elegir cultivar una armonía que penetra todo lo que haces; en la que sin importar si el mar de la vida trae olas huracanadas o serenas, sabes descansar en un lugar más profundo de paz; en el ojo del huracán, en la paz que está por debajo de las circunstancias externas.
Déjame aterrizar esto que puede sonar abstracto en algo muy práctico y concreto.
Hablemos del sistema nervioso.
El sistema nervioso es esa parte de ti que está constantemente escaneando el exterior en busca de peligros. Se compone de dos subsistemas: el sistema nervioso simpático y el parasimpático.
Por un lado, el simpático está relacionado con la reacción instintiva de “pelea o huida” que vemos en el reino animal. Ante un estímulo considerado peligroso, reacciona instantáneamente llevando la sangre a las extremidades para estar listos para correr si es necesario. Además, produce hormonas como la adrenalina para prepararnos para actuar en un instante. Este sistema se activaba en nuestros antepasados cuando enfrentaban un peligro inminente. Simplificando, podríamos decir que está asociado con el estrés. En términos sexuales, es el sistema que nos lleva a experimentar orgasmos clitoriales cuya intensidad basada en la tensión y fricción alcanza su clímax rápidamente.
Por otro lado, el parasimpático es el encargado de la relajación, regeneración, sanación y éxtasis. Cuando no hay peligro, permite que el cuerpo se relaje y dirige la sangre donde más se necesita para regenerar y sanar. Produce hormonas como la oxitocina, conocida como la “hormona del amor”, que generan sensaciones placenteras por todo el cuerpo. Este sistema está asociado con la receptividad. En términos sexuales, nos lleva a experimentar orgasmos cósmicos trascendentales que nos llenan de vitalidad y nos sanan.
Ambos sistemas son necesarios y forman parte de nuestra biología. Sin embargo, la vida moderna, en cierto sentido, es más complicada que en tiempos pasados.
Tu sistema nervioso puede reaccionar no solo ante peligros reales, sino también ante los que percibe como reales. Por ejemplo, puede activarse cuando hablas en público, aunque no represente un riesgo para tu vida. El riesgo reside en si vives predominantemente desde el sistema de estrés, lo cual con el tiempo puede afectar negativamente tu bienestar y salud, además de limitar tu capacidad para experimentar placer y paz.
Tu cuerpo hace lo mejor que puede para cuidarte con los recursos que tiene. Aquí es donde entra en juego la autoestima. Puedes fortalecer tu autoestima desde diferentes aspectos de tu vida, incluyendo el cuidado de tu cuerpo en situaciones de estrés e inseguridad.
Una forma de hacerlo es a través del suspiro cervical, una técnica que puedes aprender para relajarte y liberar tensión de manera automática.
Cuando identifiques que tu sistema nervioso simpático está activado, tómate un momento para centrarte en ti mismo y practicar el suspiro cervical, como se muestra en el video de arriba. Con la práctica, tu cuerpo aprenderá a hacerlo automáticamente, lo que te permitirá vivir desde un lugar de mayor tranquilidad y bienestar.
Al vivir desde un sistema nervioso relajado y tonificado, las circunstancias externas tendrán menos impacto en ti. Te volverás más transparente y tu vida se llenará de más placer y paz.
Si quieres, puedes probarlo ahora mismo; estés en este momento agobiada por alguna circunstancia de la vida o no.
Grábate con el móvil leyendo muy lentamente y con suavidad las siguientes palabras y cuando termines de grabar te invito a que encuentres un lugar cómodo, cierres los ojos y escuches tu grabación.
“…encontrando una posición cómoda en la que tu cuerpo pueda descansar y relajarse…
Te invito a que centres tu atención en el centro de tu pecho, un poquito a la derecha…
y a que inhales profundamente…
con la exhalación deja que se derritan todas las preocupaciones como mantequilla,
haz esto una y otra vez por varios minutos.
(deja pasar unos minutos).
Y vuelve a centrar la atención en el centro del pecho…
y cada vez que venga un pensamiento a seducirte, déjalo ir,
una y otra vez,
volviendo a enfocar tu atención en el centro de tu pecho,
respirando desde este lugar, inhalando y exhalando…
y con cada exhalación y cada inhalación empieza a descansar en un espacio más profundo,
reconociendo el transfondo de silencio que lo permea todo,
descansando en este espacio aquí y ahora en el que simplemente eres.
solo descansa en este espacio por unos minutos.
(Deja pasar los minutos que quieras y finaliza la grabación).
Te animo a que lo pruebes, a que experimentes por ti misma el poder que tienes de volver a la paz en cualquier circunstancia.
Esta es una sencilla exploración, sin embargo hay infinidad de maneras de volver a esa paz.
Se trata de ir descubriendo el método que te resuene a ti.
Se trata de encontrar la o las llaves que te puedan devolver esa paz cuando más la necesitas; se trata de que sepas hacerlo sin depender de nadie ni nada; porque esa paz siempre está, y está en nuestra mano acceder a ella.
Si deseas explorar esto con mayor profundidad, no dudes en ponerte en contacto. Juntas podemos descubrir cuál es la llave que a ti te funciona.
Deseándote un maravilloso día lleno de paz y armonía,
con Amor,
Melisso
info@melissadevi.com